domingo, 14 de junio de 2015

Shhhhhhh están en cualquier lado...

Desde que empezó todo descubrí la otra cara de mi gente, la parte heroica, y cada día me sorprendo todavía más.

Amigas que vienen desde fuera de tu ciudad a pasar apenas 24 horas contigo sólo para darte fuerza y energía, mensajes de esos que te empañan los ojos y no puedes ni leerlo dos veces, abrazos capaces de eliminar cualquier tumor de tu cuerpo, sonrisas con las que te sientes la más invencible de los superhéroes, conversaciones que te hacen olvidar el sentido del espacio y del tiempo...

Pero eso lo hace tu gente que te quiere, que conoce tu mal genio recién levantada, que te ha visto en tus mejores y los peores momentos, que te han visto sacarte un inocente moquillo...

Lo que te impacta es cuando descubres un héroe (o dos en mi caso) en una tarde tonta en el Madrid Río que sin conocerte de nada...te ayudan en uno de tus peores momentos.

Esta vez no es personal sanitario, esta vez no conocían mi blog, esta vez...simplemente me quisieron ayudar, y me salvaron de una de mis crisis.

Os cuento. El pasado domingo, luchando contra mi vagueria que me ata al sofá todos los días y queriendo solucionar mi fin de semana que a mi parecer necesitaba "un toque" le propuse a Ernesto coger las bici e ir a conocer Madrid Río (yo lo propuse entre risas y a él se le ocurrió responder afirmativamente). 

Me preparé, cogimos nuestra mochila cargada con todo lo que fuéramos a necesitar (agua, medicación, una toalla para tumbarnos...) y allá nos fuimos.

Yo estaba feliz, como un niño con zapatos nuevos y no podía parar de reírme porque Ernesto estaba sorprendido de lo bien que monto en bici.

Ya tumbados, empecé a hacerme mi particular "book" de fotos para así poder narrar mi gran aventura con pruebas.

El problema es que de nuevo una MALDITA crisis interrumpió mi tarde (no era el toquecito al que me refería).

Y aquí viene mi reconciliación con la suerte, con la bondad de la raza humana. 

Ernesto, agobiado porque esta vez estaba sólo, no le quedó otra opción que girarse y pedir ayuda a dos chavales que estaban cerca quienes no dudaron en ningún momento en prestarnos su ayuda, en taparme con una manta para que Ernesto pudiera ponerme el valium (el pobre de los nervios me puso dos aunque la crisis fue leve), me acariciaban la mano para que yo no me sintiera sola y me hablaban con cariño, y cuando ya la ambulancia me recogió y me llevó a mi hospital, acompañaron a Ernesto hasta el coche (que estaba a un buen paseo) y cuidaron de él por mi.

Y por sí fuera poco...consiguieron ponerse en contacto con Ernesto al día siguiente para interesarse por mi.

También tengo que decir que fue mucha la gente que se acercó para ofrecerse a ayudar, para mostrar interés...

Mis héroes desconocidos (ya conocidos y en breve espero que en persona) han sido Fernando y José Luis.

Un post no os devuelve el favor, pero es mi forma de daros las gracias de todo corazón.

¡Gracias chicos!


5 comentarios:

  1. La gente en general es solidaria y reacciona de inmediato ante una situación de emergencia.

    Generalmente estos actos quedan en el anonimato a no ser que, como en tu caso, se disponga de un altavoz mediático.

    Bien por los muchachos y bien por ti, que asumes la máxima de: "De bien nacidos es ser agradecidos"

    ¡Hale! a seguir con la bici cualquier rato de estos.

    Saludos.

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  2. No me canso de decirlo, pero mira que estás guapa condenada! parezco tu novio. Yo,que tengo mucha fé en las personas, a pesar de los políticos, y en que de una situación no buena, se saca algo positivo, pues después de esto más razón a mi alforja, habría que ver al pobre Ernesto solito y tú tirada a la bartola en la mantita, pero llegaron los superhéroes en su ayuda. Besitos pareja.

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  3. Hola Olguita,sigo aqui,aunque no comente tus entradas que sepas que te sigo SIEMPRE y hay rachillas mejores que otras verdad?pero lo mas importante es que seguimos luchando y con mucha fuerza.un beso dulce.Cata

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    1. Hola mi niña Linda:
      Pues claro que todavía gracias a Dios queda gente way en el mundo.
      La verdad es que estarán encantados en haberte conocido, seguro que se hacen seguidores de tu blog y flipan contigo.
      La foto es superchula, la bici mola y tú como siempre hija impresionante no me extraña que Ernesto se quedara soprendido viéndote pedalear, seguro que lo haces fenomenal como todo.
      Un besote grande y a seguir pedaleando por la vida como loca, no pares.
      Un abrazo muy grande.
      Marisa

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  4. El mundo está lleno de gente buena... pero a veces solo resaltan los peores....
    Mas gente de la q creemos está mas q dispuesta a ayudarnos... nunca perdamos la fe en la humanidad...
    Desde cantabria

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