Cuando te hablan de que vas a recibir un tratamiento de quimioterapia todo el mundo piensa en el pelo y en los vómitos. Yo como ya os he contado en posts anteriores me cuidé mucho de que el tema físico no me pillara muy desprevenida y para que mi expresión facial no cambiara en exceso me hice una micropigmentacion en la clínica de una amiga de mis padres para que la caída de bello de mis cejas fuera solucionado con un lápiz de color marrón que me regaló con cariño mi amiga Alba.
En cuanto al pelo...no dejé que la caída me pillara sola en la ducha así que Ernesto me llevó a una peluquera de nuestra confianza, Salomé (la hermana de uno de nuestros mejores amigos) que me rapó el pelo con estilo, entre risas y dándome mis ratitos para secarme las lágrimas.
A esto me refiero con el título del post "cuando nadie me ve". Yo en los posts pretendo daros en la mayoría de ellos el lado bueno que se puede sacar a esta mierda de enfermedad. Porque aprendes a valorar la vida, aprendes de lo que es capaz tu gente por ti, aprendes a sonreír a tu prima pequeña que no entiende que quieras dormir la siesta en lugar de bailar con ella como antes hacías...
Pero sigo. Una vez superada la
parte del pelo (más llevadera gracias a que lucía una peluca súper guay que me descubrió las ventajas de no tener que lavarte y peinarte el pelo y tardar dos horas, y a que los cabras locas de Camacho y Ernesto decidieron quedarse calvitos por mí sin contar que yo me protegía por la peluca y en cambio ellos...pasaban frío).
Ah! Y también me relajaba bastante el hecho de estar en mi casa sin peluca y que nadie me viera rara, incluso me hacían sentir tan bonita...que yo misma jugaba con hacerme distintos peinados, ponerme sombreros, cintas...que lleves peluca no significa que no puedas ser "normal".
Y luego está la fase de los vómitos. Como os decía al principio es casi automático que se asocie la quimioterapia a vómitos, pero como yo soy más rara que nada...en los casi tres años que llevo con quimio son contadas las veces que habré vomitado. Una suerte y es que siempre he tenido un estómago fuerte.
Pero vayamos al kit de la cuestión y es que como insisto muchas veces "NO HAY ENFERMEDADES NI TRATAMIENTOS, HAY PERSONAS" y cada uno asumimos los tratamientos de una manera.
De lo que no se habla en los prospectos de las quimioterapias es de esos días en que no te levanta de la cama ni el mejor de los motivos. De esos días en los que quieres llorar porque te parece que eres la única persona del mundo mundial que tiene derecho a llorar. De esos días en los que fumarte un cigarro o tomarte una copa crees que son la forma más fácil para devolverte a tus viernes por la noche en los que eras feliz pero que una mierda de enfermedad te los arrebató hace casi tres años y parece que como en el prospecto no viene no puedes quejarte de ello.
Días en los que te acuerdas de lo libre que eras conduciendo y que darías lo que fuera por conducir 5 minutos, pero claro, ¿quien lo entiende?
¿Quién entiende que no quiero levantarme de la cama porque me duelen hasta los lunares? ¿Quién entiende que mis abuelas con casi 90 años llevan una vida más activa que yo? ¿ Quién entiende que no me apetece hablar? ¿ Que me molesta no poder dormir sola y que mi familia tiene que planificar su semana en torno a mi?
Y cuando nadie me ve es cuando saco a la horrible Olga. Cuando grito a Ernesto por no adivinar que hoy no quiero ir a jugar a los dardos, cuando le digo a una amiga que me cae mal todo el mundo, cuando me enfado con mis padres por darme sus consejos, por llamar a mi hermana solo esperando que me diga lo que quiero oír si no...enfado! Cuando no contesto a whats app, a llamadas, cuando ni siquiera quiero arreglarme (menos mal que en mi casa está prohibido comer en pijama)...
Y yo soy la primera que odio a esa Olga. Pero, nadie me ve así que no cuenta.
No cuenta porque en cuanto sale o lleva demasiado tiempo fuera...respiro, pido perdón (llevo unos días que sólo hago eso...) y pienso en mí y en los míos que también están pasando por esto.
¿Quizá si no me exigiera tanto estaría mejor? ¿Y si me voy a ver a la abuela? O voy hecha un pincel o me pilla. ¿Y si sorprendo a mis amigos sin excusas para ir a donde estén y bailo "la gozadera"? ¿Y si me callo que me duele algo y me despido de mis padres con la mejor de mis sonrisas?
Y todo esto lo maquino en la ducha, cuando nadie me ve, pero si cuando estoy sola y me sorprendo cantando a voz en grito canciones, canciones que me hacen sentir bien y que durante 10 minutos me hacen olvidar las fatiguitas que tengo, pero que como dice Ernesto "cuando las pases y mires para atrás, te reirás de lo que queda de camino porque te parecerá poco".
Así que os dejo, que me voy a la ducha y...a que no adivináis qué canción va a ser la primera que cante??