martes, 7 de julio de 2015

El Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, mi amigo el Doctor Jesús Sánchez Martos

La gente que vale, que es profesional en lo suyo y que encima son buenas personas merecen que les pasen cosas buenas o que al menos en algún momento de sus vidas sean reconocidos.

Quiero aprovechar este post para darle la gracias y explicarle lo orgullosisima que estoy de él.

Mi querido Doctor Estímulina lleva toda mi vida al otro lado del teléfono esas noches en las que mi madre histérica le llamaba para explicarle que la fiebre a pesar de la medicación no bajaba; porque sí no lo he contado aún...cuando tenía tres años me hizo una fotocopia del culo (y no os imagináis lo que quema aquello); porque desde que empecé a estar "malita" decidió darme la mano y prometerme que estaría a mi lado, como siempre, y con ello incluía llevarme desde mi casa al hospital a toda velocidad con el único fin de que me atendieran en el hospital o que mi madre siga llamándole a día de hoy a horas intempestivas porque la fiebre no baja (y además se queda pendiente hasta que te recuperas); porque es capaz de mover Roma con Santiago para que volviera desde Guardamar al Gregorio Marañón en una ambulancia adecuada; ha estado a los pies de mi cama día tras día a pesar de que el ingreso durará más de un mes; porque se ha peleado con quien haya hecho falta para que yo estuviera lo más agusto posible (dentro de lo que cabe en un hospital); y porque es capaz de ir a donde sea y a la hora que sea con tal de conseguirme un donuts (a pesar de que eso no fuera lo más recomendable médicamente pero sí lo que me haría más feliz).

Además de todas las virtudes profesionales que tiene sobre todo quiero destacar su empeño en humanizar la atención hospitalaria que en mi opinión ayuda mucho más de lo que nos podemos imaginar.

Gracias Dr. Jesús Sánchez Martos por cuidar de mi familia, por encargarte de mi mami cuando más te necesitaba y por enseñarme lo importante que es eso de la Estímulina.

Sólo espero que todo el mundo incluya la famosa estímulina en su vida (porque un Sánchez Martos en cada vida es complicado) y es que pese a lo que muchos me critiquen, un abrazo a tiempo...es la mejor medicina.

Y gracias porque cada día estoy más orgullosa de ti y es que es imposible no estarlo. Lo celebraremos como sólo tu y yo sabemos.

Suerte en esta nueva aventura en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y no te preocupes que prometo estar a tu lado.

Te quiero 

Olgada: Me da igual el cargo que te otorguen y sí mi fiebre sube sin parar (como el pasado miércoles) mi madre seguirá llamándote a la hora que sea para que nos expliques qué debemos hacer y tú como siempre...al otro lado del teléfono.



sábado, 4 de julio de 2015

Para todos los Ernestos...

Aún no sé cómo perdonarme el no habérselo escrito el día de su cumple y antes de que me critiquen explicaré que tiene más derecho que nadie a un post en un blog que trata el cáncer de mama.

Me explico. Alguien se imagina a Adán sin Eva?? A Marco Antonio sin Cleopatra?? A Jane sin Tarzán?? A Romeo sin Julieta?? O incluso a Rachel sin Ross?? (Sí vais a buscar algún nexo de unión entre ellas no lo hay, es una simple y aleatoria lista de parejas en las que es imposible imaginar al uno sin el otro). 

Pues cuando tienes una enfermedad como la mía es difícil imaginarte un día a día sin el apoyo de tu pareja; sin su sonrisa cuando tú lo ves todo negro; sin su necesidad de aprender nociones básicas de enfermería para ser el mejor de tus enfermeros; que sepa decirte un convincente "vamos bonita" cuando tú crees que no puedes más; porque se convierte en el mejor motivo para ponerte guapa a pesar de tener que llevar la dichosa peluca; porque cambia cualquier plan por estar conmigo; porque se convierte en la mejor compañía con una paciencia incesante en cada sala de urgencias o radiografía....

Eso es exactamente por lo que yo creo que no podría definirme sin hablar de Ernesto: PORQUE NO SOMOS CASI NADA EL UNO SIN EL OTRO; porque pensar en uno es casi, casi pensar en los dos; porque a pesar de que esté horrible como una pelonchi él aún me mira como sí estuviera tan bonita como el primer día; porque me mira, se ríe y me hace reír; porque en mis días tristes me hace imaginar como seremos de abueletes y juntos, siempre juntos; porque sin ser padre ya sabe lo que es dormir con un ojo medio abierto por sí necesito algo; porque aún después de casi 7 años ya juntos y de casi 2 y medio de enfermedad no ha dejado de estar al pie del cañón nunca y sí le preguntas el por qué responde con un "PORQUE TE QUIERO" que ni en la mejor película romántica de después de comer que os echéis a la cara.

Porque me promete que envejecerá a mi lado y que será el mejor papá para mis hijos, porque cada vez que abro un ojo después de mis crisis el sostiene mi mano, porque es el mejor enfermero, porque sabe cuando necesito un abrazo de los buenos me lo da y porque...es Ernesto, mi Ernesto.

No sé muy bien cómo acabaron las historias de amor de las parejas del principio del post pero sí estoy segura de que se quisieron, se quisieron muchísimo y no era nada el uno sin el otro.

También serían entre ellos diferentes como Ernesto y yo, porque mientras a mi me encanta escribir post lacrimógenos y cursis, él es más de hacer un jugadón en un partido de basket y hacerme una señal que sólo él y yo conocemos. Ya sabéis que los polos opuestos se atraen, no?? Y que para pelear, sea contra la mierda que sea, sí se hace en pareja...se gana seguro.

He de decir que este post también se lo dedico a todas las parejas que he visto en este tiempo en las consultas y en el hospital de día, a los otros "Ernestos" por mirar y acariciar a "sus pelonchis" como yo he comprobado y con eso, inspirar parte de este post. 

Y a ti...

¡Gracias gordi, gracias por ser el mejor compañero en esto que llaman vida y por hacer que esté tan orgullosa de ti por todo lo que consigues con tu esfuerzo diario!