Bueno, creo que me enfrento, sin quererlo, al post que más me ha costado escribir.
Me gustaría pedir perdón a los seguidores de mi blog que buscan más actividad en él, pero afortunadamente tengo una vida personal muy ajetreada y además el año pasado decidí embarcarme en la aventura del Grado de Educación Infantil, y la verdad es que no paro.
Por otro lado, quería terminar con la polémica abierta en el último post.
En primer lugar quiero aclarar que mi blog no es un blog en defensa del cáncer de mama metástasico. Sé que lo tengo y me duele recordarlo, así que no quiero que a través de mi blog se me recuerde que tengo una enfermedad que no tiene cura y no sólo por mi, sino porque tengo una familia y amigos que leyendo esto sufren.
Mi blog tiene el único fin de servirme como terapia para expresar lo que siento, para hacer a la gente que me quiere y con la que no puedo hablar tan continuamente saber de mi, y sí puedo ayudar a gente que esté pasando por la misma situación que yo mejor que mejor.
Como bien explica mi doctor y amigo Jesús en su primera clase cada curso NADIE SABE CUANDO VAMOS A MORIR.
Mientras, YO SÓLO PIDO QUE ME DEJEN VIVIR. Vivir ilusionándome con cualquier tontería. Vivir para que me llame mi prima de 14 años para contarme que en su clase tenían que hacer un trabajo sobre la persona a la que más admiraban en el mundo y que me diga que ella lo hizo de mi, vivir para planear con Ernesto cuánta gente invitaremos a nuestra boda, vivir para desear que mi hermana y mi cuñado me den un sobrinito, vivir para discutir con Ernesto cómo se llamarán nuestros hijos y que mi madre me asegure que se compraran un coche más grande para llevar las sillitas de los niños, vivir para comprarme un chalet con piscina y celebrar allí los cumpleaños de mis hijos, vivir para ir a la boda de mi mejor amigo, vivir para seguir a dieta y conseguir ser la madre más buenorra del colegio, vivir para grabar una película y conseguir un Goya (que ya tengo pensado mi discurso), vivir para rechazar a Sergio Ramos cuando venga a mi casa a conquistarme, vivir para seguir completando mi cuaderno de cosas que quiero hacer cuando me ponga buena y que quiero cumplir...
Sólo quiero eso, vivir. Y sí en todas esas cosas tengo que estar con mi bolsita de medicamentos al lado, no me importa.
Porque los besos y los achuchones no curan pero dan vida. A mi me da vida que mis amigos anulen cualquier plan por estar conmigo; me da vida que Guillo me siga llamando a pesar de que lleve una semana sin cogérselo; me da vida que mis primos estén esperando a que me dejen beber para irnos de fiesta como sólo los Sanz sabemos; me da vida imaginar como seremos Ernesto y yo de abuelitos y me haga de rabiar diciéndome que será insoportable aposta; me da vida que mis enfermeras me digan que estoy más guapa; me da vida que mi oncóloga me diga que me voy a poner bien; me da vida que mi amiga Laura venga desde Valencia para estar conmigo unas horas o que mi amiga Maria tenga miedo a irse lejos por mi; y me da vida decirme a mi misma que tengo que luchar por mi y por toda mi gente.
Tengo miedo, no lo voy a negar, pero metástasico o no yo voy a seguir peleando por todos los que cada día se "parten el pecho" por mi y porque no sé por qué pero tengo la corazonada y la esperanza de que me queda mucho por vivir.