Yo nunca he tenido paciencia y a día de hoy, aunque creo que estoy mejorando, sé que no la tengo pero he aprendido a disimular tan bien que lo parece.
Llevo toda la vida queriendo las cosas ya y como una niña pequeña "o ya, o me enfado y no respiro". De hecho, cuando hace años (antes de ponerme malita) conocí a mi psicóloga lo primero que aprendí es a empezar a ver que todo tiene su momento y que a veces, hay que esperar. Y os aseguro que he cambiado mucho y a veces soy capaz de verlo y razonarlo, y ser paciente.
El problema viene ahora, cuando sólo me piden que tenga paciencia y me dicen que tengo que esperar...Esperar a que vaya todo a mejor, esperar a que una prueba me diga que va todo bien o que al menos está estable, tener paciencia porque mi vida ha cambiado y no puedo hacer todo lo que hacia antes (y si mientras estás con una sonrisa para que no sufran los tuyos, MEJOR), paciencia porque no puedes viajar o estar sola y debes comprenderlo...y todo va bien, hasta que un día no puedes más.
Porque tu paciencia va de la mano de lo fuerte que estés, de tu estado de ánimo y de que te vayan saliendo otras cosas secundarias bien.
Me explico. Uno de mis "trucos" para llevar este trance de la mejor forma posible y no levantándome cada día enfadada porque la gente va a trabajar y tiene obligaciones mientras yo tenía que estar de baja...fue matricularme en Educación Infantil que era mi espinita clavada y una forma de ocupar mi tiempo (tú a trabajar y yo a estudiar). Y así entre trabajos y la época de exámenes estaba atareadisima, madrugando, y con horarios (que parece una tontería pero hace mucho).
Aprovecho este recuerdo de época de exámenes para mandarles un achuchón enorme a todos y cada uno de los que compartieron conmigo esa época de biblio durante mis años de carrera que os alegrará saber que la mayoría siguen en mi vida y de manera bastante presente. Vamos que son mis amigos, mi gente.
Y es que me tenía que poner a estudiar porque a mi la biblioteca de Rivas sólo me trajo cosas buenas así que como el que hace el camino de Santiago, pues yo yendo a la biblioteca.
Repito que no sólo es porque pasé tantos y tantos buenísimos ratos que no tengo tiempo ni para resumirlos pero hablar de la época de la biblio me pone una sonrisa tonta en la cara que no se me va.
Entre otros, en la biblio conocí a los que son hoy mís amigos de Rivas y por ellos...a Ernesto!!
Y además, terminé la carrera.
Y aunque esto lo negaré tanto delante de mis padres como de mis hijos...Me tiraba bastante tiempo tomando café, en la puerta de risas...vamos mi madre lo sabe por lo contenta que me levantaba para ir a la biblio, pero como aprobaba, pues chitón. Pero quería dejar claro que no era una parda de biblioteca, yo era la "jefecilla" del clan mafioso! Jajajajajajajaja.
Gracias por compartir esos ratitos conmigo compis de biblio!! Volvía a esa época ya, pero sólo por pasar tantos ratos con vosotros!
En fin, que me lío, me lío y al final no sé ni lo que estoy contando.
El primer cuatrimestre me fue bien a pesar de que estudiaba en casa y no echaba tantas horas como cuando iba a la biblioteca y me distraía con todo pero saqué bastantes asignaturas y fue un subidón darme cuenta que me estaba proponiendo un reto y poco a poco lo estaba consiguiendo (y todo al final lo comparas con tu enfermedad y te va dando fuerzas porque poco a poco se van consiguiendo las cosas).
Como supondréis, este cuatrimestre con los ingresos en el hospital no he podido hacer gran cosa con temas de la universidad y tengo que dar mil millones de gracias a mis compañeros de carrera que sin conocerme en persona me han prestado todo tipo de ayuda, comprensión, paciencia...encima tengo suerte y me encuentro con gente genial.
El caso, es que los exámenes de recuperación de junio empezaban 15 días después de salir del hospital y me empeñé en que podría con ello. A algunas asignaturas no podía presentarme porque no había presentado las prácticas, pero tenía mucho trabajo por delante, por ejemplo, tenía que hacer un trabajo (al cual me ayudó mi amiga Ale que es un solete y con la que haciendo el trabajo no sólo aprendí sino que pasé uno de esos ratitos que sé que siempre voy a recordar porque fue súper especial. Gracias gordita!!) y lo más difícil, lo primero recuperar mi vida después de dos meses ingresada y ponerme a estudiar, añadiéndole a todo esto que entre la medicación y todo ando un poquito más lenta, atontadilla, con memoria pez (a pesar de que Ernesto o mis amigas dicen que me acuerdo de lo que quiero) y que se me cansa mucho la vista.
Todo porque esos exámenes era una forma de demostrarme que a pesar de todo y de estos meses...soy algo normal.
Pero las cosas no son siempre como
queremos y la vida te pide de nuevo paciencia...MÁS??
Y te pones a hacer el trabajo en el ordenador y se te va borrando todo y se descuadra, internet no va, te empiezas a agobiar, te duele la cabeza y ya no sabes ni leer...y eso se transforma en estar TOTALMENTE INSOPORTABLE y enfadarte con tus papis y tu novio que no tienen ninguna culpa. Y encima el tiempo que estás "invirtiendo" en estudiar es tiempo que no dedicas a tu gente a la que estas deseando ver y abrazar, y te sientes fatal cada vez que dices un "esta semana no puedo".
En fin, toda esta presión que sólo e innecesariamente me estaba poniendo yo a mi misma, me tenía llorando cada hora y haciéndome que me encontrara mal.
Pero como siempre y afortunadamente...apareció él. (Que también diré que el día que me gradúe le deberé medio título porque me ayuda en todo).
Ernesto dio un golpe en la mesa, me puso su cara de "no estoy de broma y se acabó" y me preguntó desesperado "dime qué tengo que hacer para que te olvides de los exámenes, te centres de una vez en que tienes que estar bien, relajada y contenta, no llorando". Y yo, flipada le dije: "sí me lo dijeran 100 personas lo haría"...y el pobre contestó: "y sí consigo 75??"
Yo me reí porque no sabía exactamente que pasaba por su cabeza y esto fue:
Como nuestra gente es así, no os sorprenderá que tardé 10 minutos en apagar el ordenador, guardar los apuntes, y todo cambió...gracias a todo el mundo que votó!
Hubo votos hasta por whatsapp, por llamada...vamos que me ganó por ir de chulita.
Os alegrará saber que desde ese día todo ha ido a mejor, me relajé, me fui a Rivas a dejarme achuchar, llené mi día de planes tontos como ir a la compra con mis padres (que nos encanta)...y los exámenes para el año que viene que seguro que estoy mejor.
Moraleja: no vayáis de chulitos. Y sí tenéis algo que os agobia...pedid opinión a vuestra gente y dejaros ayudar. También hay algo que se llama paciencia que por lo visto dicen que va bien pero a mi me gusta más buscar COMPRENSIÓN, que me ayuda más!
Creo que la mezcla es mano de santo!!
Os deseo una feliz semana y sobre todo disfrutadla