sábado, 25 de mayo de 2013

Casi sin esperarlo...y llegan buenas noticias

Llevo unos días preocupada. Llevo unos días algo más bajita de ánimos y con más miedos. El martes tenía revisión con la oncóloga, el miércoles la nueva sesión de quimioterapia, el jueves el temido TAC en el que me iban a decir cómo iba desarrollándose la enfermedad y el estado del tumor.

El pasado martes cuando la oncóloga me exploró ella misma me explicó que el bulto del pecho sigue siendo el mismo aparentemente. Yo lo sé, no hacía falta que ella me lo dijera, porque me lo toco y veo que su tamaño no ha cambiado como para emocionarse y pensar que la medicación está teniendo sus efectos (como ya os he comentado llevaba unos días tristoncilla por lo que no iba a ser positiva con lo que a la enfermedad se refiere).

Pero bueno, en este post no me quería alargar mucho para daros las buenas noticias. Si, aunque no quiero emocionarme ya que si algo he aprendido en este tiempo es a ser cauta, pero no puedo esconder la sonrisa que desde hace dos días me inunda la cara.

El TAC, la temida prueba por la que llevaba llorando por las esquinas y con Ernesto durante una semana ha dado la más esperanzadora de las noticias.

- "¿Cómo estás? - Me preguntaba Luis, uno de mis doctores, el pasado miércoles por la noche a las 10 y poco de la noche.
- "Bueno, me voy a la cama que estoy muy cansada"- Con ese tono de voz con el que no hace falta preguntarte qué te pasa para saber que pasa algo.
- " No te quiero oír así. Venga, anímate que ha disminuido".
- "¿Que ha disminuido quien?"- Yo cuando estoy nerviosa no soy muy rápida...
- ¿Cómo que quien Olga? El tumor, la quimio está respondiendo Olga, vamos por el buen camino.

No quiero emocionarme demasiado pero no lo digo yo, lo dicen el TAC y los médicos y ahora tengo mucha más fuerza que nunca.

Entonces empezó una especie de día de cumpleaños para mi. ¿Os podéis imaginar la cara de mis padres al darle las buenas noticias? Mi madre con unos lagrimones que ni veía y mi padre por poco se carga la tele.

Y llamé corriendo a Ernesto quien no para de repetirme que no tiene ninguna duda de que me voy a poner bien. Y mi hermana y Gorka montaron una fiesta, y Jesús, mi otro médico me llamó para darme la enhorabuena, y Raquel nerviosa fue la siguiente, y María ni se lo creía, y el machote de Camacho lloraba como un niño pequeño, mi tía Mar tampoco perdía la oportunidad de llamarme...

Y así un montón de llamadas más, mensajes de whats app y demás muestras de cariño de toda la gente que de corazón se alegra porque las noticias que llegan son buenas. Como mis chicos de la playa quienes he de reconocer que se pusieron muy muy tiernos y a los que les agradezco un montón que se alegraran tantísimo.

He de señalar desde aquí que la oncóloga me llamó personalmente el viernes para corroborarme los resultados algo que le agradezco de corazón porque cuando te encuentras en una situación así las muestras de cariño y afecto, sobre todo del personal médico, se agradecen un montón.

Siento haber tardado en escribir pero de verdad que trato de buscar un hueco pero entre el cansancio que me inunda como efecto de la medicación y mi intento por tener todas las horas del día ocupada para no pensar...

Aún queda, pero hoy sonrío y eso nadie me lo quita. Por ahora el partido lo voy ganando y es que he metido un golazo!

domingo, 19 de mayo de 2013

"Estamos arreglando el mundo"

Esa es la expresión que utilizo para referirme a esas largas conversaciones con tus amigos, pareja o familia que son largas, en las que unas cosas llevan a otras, en las que cuando te toca hablar das golpes en la mesa porque te creces y así das la impresión de tener más razón de la que ya sabes que tienes, en las que incluso se te saltan las lágrimas porque te enterneces...En definitiva, esas conversaciones que te chiflan y con las que te vas a dormir con la impresión de haber arreglado el mundo.

Como ya os he explicado en anteriores posts mis salidas nocturnas han cambiado de carácter y ahora en la mayoría de ocasiones están más presentes estas conversaciones que el reggaeton (cosa que no me disgusta, he de reconocer). Resulta que estas conversaciones no sólo sirven para darte cuenta de que tu grupo de amigos no difiere tanto de los componentes de Sálvame sino que también               da la oportunidad de conocerte más, de solucionar viejas rencillas, de traer también fantasmas del pasado que no son muy recomendables e incluso de conocerte más a ti mismo.

Ayer de una manera impredecible me vi metida de lleno en una de ellas. No tenía ni planeado cenar con mis amigas, y así, sin comerlo ni beberlo, eran las dos de la mañana y tras las copas vacías de algunos, los vasos de agua de otros y los refrescos de limón por mi parte llevábamos más de 4 horas tratando de solucionar el mundo, o más bien nuestro mundo.

No, no voy a confesaros ninguno de los temas que sacamos, no sería elegante y ni siquiera los entenderíais. Sólo necesitaba escribir este post para agradecer a Malka, María, Mariu, Raquel y Ernesto que tratásemos de solucionar si no el mundo, nuestro mundo, mi mundo...

En mitad de la conversación me sorprendí diciéndole a María y Ernesto que a día de hoy estaba serena porque "sentía que había recuperado la normalidad de mi vida"...y aunque mi amiga María se echó a reír, Ernesto siga sin entenderme y los que me leéis penséis que me he vuelto loca...de alguna manera y aunque no me creáis ayer arreglé un poco mi mundo y tengo "mi normalidad". Ni yo me entiendo (a ver que explicación le da a esto mi psicóloga).

Nota: Hace días María elogiaba uno de mis últimos post porque me explicó que aunque no era el mejor escrito era de los más sinceros. Creo que éste ha ganado. Quizá no es el más fácil de entender pero yo sé lo que me digo.

En fin, después de volverme tranquila y feliz por nuestra conversación en las que además medio solucioné cosas que me preocupaban, me fui a Rivas y ahí vino el colofón de la noche. Porque ni el frío ni la peluca (cada vez que alguien me saluda inconscientemente engancha la peluca y me la tira para abajo algo peligroso si no estoy atenta y tiro pa arriba) evitaron que llegara a las fiestas de Rivas y diera la vida con mis amigos bailando, saltando y gritando con la orquesta...Porque me encanta, porque lo necesitaba, porque tengo alma de fiestera, porque no quiero que una enfermedad cambie mi vida y además, a fin de cuentas, el mundo al menos anoche, YA ESTABA ARREGLADO.

martes, 14 de mayo de 2013

Poquito a poco

Hoy me he encontrado diciéndole esta frase a dos amigas por dos temas completamente diferentes y me ha venido a la cabeza la famosa frase "Consejo vendo que para mí no tengo".

Poquito a poco...¡Qué fácil es decirlo pero qué difícil es llevarlo a cabo cuando un problema nos ronda en la cabeza todo el día!

Pero hoy estoy fuerte y me parece un buen consejo.

Cuando me fui a Inglaterra a pasar unos meses recuerdo que mi tía Mar siempre me decía que me pusiera metas cortitas para no pasarlo mal pero siempre que pudiera cumplir y así sería un empujoncito para seguir adelante.

Haciendo un mix entre el poquito a poco y las metas cercanas me encuentro hoy a 14 de mayo, 3 meses después del día que me dieron la peor noticia de mi vida, que tenía cáncer de mama.

Y ya han pasado tres meses y ya me he extraído 14 óvulos por si la quimioterapia me deja estéril, y ya me he dado 6 sesiones de quimioterapia, y ya se me ha caído el pelo, y ya sé lo que es salir de casa con peluca, y que me de un ataque de ansiedad porque sí y crea que ya no pueda más, y que me de un ataque de risa y me asombre porque a pesar de mi panorama tengo ganas de reír  y celebré mi 26 cumpleaños por todo lo alto con una fiesta a la que nadie quería faltar, y me han entrevistado en la radio y...

¿TODO ESTO SÓLO EN TRES MESES? Y más las 300.000 cosas que también he hecho y no puedo contar y las muchísimas que ahora mismo he olvidado comentar.

Quizás yo no estoy yendo poquito a poco y quizás hoy estoy con la estimulina por los aires pero lo que si me alegra ver y escribo sólo para releerlo cuando esté mal es que no tiro la toalla, es que no paro de reafirmarme en que tengo una familia que me quiere, un novio que vale millones, amigos pa quitarse el sombrero, gente desconocida que me manda cariño y apoyo y ahora mismo muchas muchas ganas de hacer cosas y de seguir adelante.

Y aunque de esta foto hace ya un mes es mi pequeño homenaje a él, porque es el que más aguanta los días malos en los que no me vale ni eso del poquito a poco...


viernes, 10 de mayo de 2013

Hacer esto más llevadero

Llevo tantos días sin escribir y tengo que contar tantas cosas que no sé ni por donde empezar.

Lo primero confirmar que desde la última que escribí un post, allá por abril, me han dado dos sesiones de quimioterapia más, las cuales he superado sin contratiempos por lo que estoy muy contenta.

El día 29, como cada lunes fui al hospital con Ernesto pero, como cada sesión de quimio, fue diferente porque quedé a desayunar con Carmen, una amiga del cole con la que me he reencontrado y con la que pasé un rato estupendo mientras llegaban los resultados de los análisis para confirmar si me daban la quimioterapia o no. Y la verdad es que haciendo planes paralelos los ciclos de quimioterapia son más llevaderos. Luego, como siempre, la habitación en la que me dieron la medicación se llenó de mis habituales chicas del hospital (Lola y Carmen porque Inma no pudo venir), Frida, Carmen que también vino y mi compañero de aventuras que no se separa de mi y que cada día me demuestra más y más y más.


Quiero aprovechar desde aqui para darle las gracias a Mario, el hijo de Carmen, al que no conozco pero que me recomendó tomar Actimel de Fresa y que aparte de estar muy rico las defensas han subido asi que mil gracias por el consejo.

El día 6 de Mayo ha sido la última sesión que me han dado y también fue especial por la gente que se acercó a estar conmigo. Mi primo Arturo que vive en Málaga había decidido tener el detallazo de pasar unos días conmigo recién llegado de Canadá y después de nuestra cena de primos que tuvimos en honor a su visita (y a la que faltaban primos pero les tuvimos también en forma de llamada telefónica) me di cuenta que hay cosas que no tienen precio y un ratito con la familia te sube las defensas y lo que haga falta.

También se acercó a verme Carlos, mi casi tío, uno de los mejores amigos de mis padres y vecino mío de toda la vida. Y aunque la sangre no es la misma, su familia y él son de las personas que más han sentido mi enfermedad porque para ellos soy una hija, una hermana, una más. Él vino a verme un rato para distraerme, para hablar de todo, para hacerme el día más llevadero...

Y como las cosas de palacio van despacio, y la quimio me la pusieron al final por la tarde, también pudieron pasar parte de mi sesión Frida y sus alocadas historias, y Esther (la madre de Ernesto) que   sí, es mi suegra, pero de esas que molan, que te saca una sonrisa nada más verte, que después de 5 años es una segunda madre y que espero que cuando pasen los años me siga cayendo tan bien (méritos hace que me trata como una hija y me hace una paella que me quita el sentío).

Esta vez me pusieron en los sillones que hay en la zona común y pude hablar con otras pacientes que también estaban poniéndose la medicación y comparar impresiones y experiencias, aunque a esto le dedicaré un post más detalladamente.

Y no os puedo contar mucho más acerca de mi día a día. Sigo con mis ratos malos, que trato de solventar con visitas a mi Guada, conversaciones interminables con mis padres, Ernesto, mi hermana...y es que después del boom de información y medicinas y efectos secundarios...hay días que cuesta un montón mirarte al espejo, días que lloras porque sí, días que te das cuenta que esto ya es parte de tu vida...y esos días son los más difíciles de llevar.

Entonces intento tener mi mente y mi cuerpo ocupado al 100%. Ahora estoy centrada en el acontecimiento del año: la boda María y Rubén. Pero aún cuando haces 200 esfuerzos por estar bien y sonreír a todo esto...llegan los momentos de bajón que son inevitables pero que también cansan porque me encantaría mandar al "bajón" ese y a sus colegas bien lejos de aquí.

El otro día planeé con mi madre y mi hermana una tarde de compras en busca del vestido perfecto para la boda...¡Y HASTA EL CORTE INGLÉS ESTÁ EN MI CONTRA! No encontré ni un vestido, pero no que me gustara ni mucho ni poco, es que no encontré nada. Y a pesar de todo, cogí mi ánimo y mi cansancio y me fui con ellos y con mi hermana y mi madre a las Rozas Village. Y de nuevo el mundo me pone a prueba.

Ahí estaba yo, con un vestido que pese al entusiasmo que ponían mi madre y mi hermana no había por donde cogerlo, pesaba una tonelada, me hacía más rechoncha de lo que estoy y para colmo mi peluca empezaba a desvanecerse y ocupaba la mitad de mi frente...y me miré al espejo y me dije "Vamos Olgui, tira pa casa". Sin mencionar el detalle calcetines de deporte y rimmel corrido, vamos que estaba hecha un cuadro.

Y cuando me disponía a comerme un gofre para venirme arriba y olvidar a base de chocolate y calorías que sigo sin vestido para la boda...EL GOFRE ESTABA ASQUEROSO, NADA JUGOSO, HECHO SIN NINGÚN AMOR...y es que hay días que aunque intente hacer que todo esto es más llevadero no puedo luchar más.

Pero como siempre, Marta y mi madre aparecieron para prometerme que lo del vestido lo solucionarán ellas (y llamadme ilusa pero sé que lo harán) y el caballero que siempre salva a la princesa encerrada en su castillo apareció en forma de visita para ver el Real Madrid - Málaga (que Ernesto es romántico pero le encanta el fútbol asi que me tocó ver el partido).

Pero sin duda alguna lo que me hizo volver a encontrarme bien fue la larga conversación telefónica del jueves por la mañana con mi amiga Paula maldiciendo al mundo y sobre todo riéndome a más no poder de mi imagen con el vestido y la peluca cayendo. Porque ella me dio la clave mientras se reía conmigo y fue que ME ENTENDÍA PERFECTAMENTE y eso me hacía sentirme bien porque me hacía verme como la de siempre.

Hay días más fáciles, otros más difíciles. Simplemente de trata de hacer esto más llevadero...