martes, 27 de octubre de 2015

A mi campeona, por 17 años más o los que nos pongan

Hoy no es 3 de Abril pero es también su cumpleaños. No diré cuantos cumplió el pasado Abril (que luego me dice que no quiere que la gente sepa sus años) pero sí que hoy hace ya 17 años que mi madre, la mujer más valiente que conozco, se operó de un bultito en el pecho que no tenía nombre hasta que el día que nos lo contaron en el restaurante Hard Rocks de Madrid mi hermana, una rebelde de 14 años, con los ojos encharcados por las lágrimas gritó "Mamá, ¡Eso es cáncer!" Y se fue llorando al baño. Yo con 11 años no sabía por donde me venía el aire y sólo quería llegar al cole y contárselo a mis amigas (pero algo me decía que no era bueno lo que venía y por supuesto nada me aclaraban mis amigas de sexto de primaria que ponían cara de póker cada vez que se lo contaba).

Y así fuimos pasando los últimos días de 1998. Yendo al hospital que yo no había ido en mi vida, sonriendo a mamá como nos indicaba papá antes de entrar en el hospital porque ella era una heroína y debíamos darle fuerza mediante abrazos, llorando en el cole o en la cama antes de dormir y a hacernos las fortachonas delante de ella...porque eso es lo que aprendimos de ella y de papá y quizá es ahora cuando me doy cuenta. Porque es tan cabezona que consiguió las dos veces que estuvo en el hospital ingresada por un considerado tiempo salir y celebrar conmigo mi cumpleaños (y a esas edades y más para mi, un cumple es un cumple).

No debemos de mostrar miedo porque ella está demostrando que la enfermedad puede cronificarse al menos 17 años más. Porque le vi "aguantar el tipo" mientras le decían a su hija pequeña que tenía cáncer de mama y nos tocaría empezar la pelea de nuevo, porque sonríe y hace bromas malísimas sobre sí está más gorda (aunque yo siempre la veré preciosa), porque a pesar de mis 28 años se levanta a media noche para taparme, porque nada le quita las ganas de reír, ni de bailar, ni de soñar...

¡Felices 17 campeona! ¡Felices 17 luchadora!


lunes, 19 de octubre de 2015

Zumberas por el cáncer de mama

Todo empezó con un mensaje en el que una chica, Vero, para mi entonces desconocida, me invitaba a una Master class de zumba para celebrar el día del cáncer de mama y recaudar fondos para la causa.

Mi sí fue automático y rotundo pero no sabía yo, ilusa de mi, que mi gente por supuesto no me iba a dejar sola así que no os sorprenderá que mi grupo de amigas de baile automáticamente según les conté mi propuesta tacharan el día en el calendario y se prepararan para el evento.

Ríete tú de la Pantoja, que también fui escoltada por mi madre, mi tía, mi hermana y Pilar, una amiga de mi madre que se ofreció además a llevarme luego a casa (quitándome uno de mis mayores problemas a día de hoy, porque como no puedo conducir, pierdo más tiempo en decidir cómo voy y vengo de los sitios que el plan en sí).

Y así, un domingo lluvioso se convirtió en un domingo genial.

El plan no sólo se basó en ir a una Master class sino en un día de amigas, de chicas en el que marujeamos, comimos, reímos, bailamos y colaboramos con nuestro donativo con la asociación española contra el cáncer.

Olgada 1: me creo que con el ejercicio que hice ayer y con lo que sudé...me cuenta como ejercicio hasta el 2024.

Olgada 2: hubo un sorteo de premios y a mi hermana le tocó uno y con los aplausos que dimos y la emoción ni Penélope Cruz ganando un Goya (le faltó dedicarlo).

Olgada 3: me hicieron hablar y...la verdad es que yo en directo pierdo. Entre la vergüenza y que quería decir muchas cosas...fui sosit, pero bueno, mi madre me consuela diciéndome que no se oía bien así que ya tengo a que echarle la culpa.

Olgada 4: terminé llorando. No fue porque no podía más ni por pensar en las agujetas que tendría hoy, sino porque la última canción fue " Every breath you take" y aunque era con ritmos zumberos ver allí a mis chicas entregadas sin recibir nada a cambio y haciéndolo todo para demostrarme una vez más que en esto no estoy sola...se me pone un nudo en la garganta de recordarlo. Y sí a eso le sumamos a mi madre esquivando a la gente para abrazarme y el súper abrazo que nos dimos todas en plan equipo...pues hay que ser muy duro para que no se te escape alguna lagrimita.

Gracias por acompañarme, gracias por hacerme sonreír, gracias...por todo.

Y Vero cuenta conmigo siempre que quieras que todavía tengo gente en la retaguardia dispuesta a venir que ayer no pudieron y ¡¡ las que me acompañaron repiten fijo!!

Son cosas de estas las que te hacen descubrir a tu gente, las que te dan fuerzas y hacen que hoy, aunque con muchas muchas agujetas, haya un músculo que aún tenga ganas de hacer su trabajo pese a todo: EL DE TU SONRISA.


El equipo zumbero



Abrazos que te recomponen sí o sí 








19 de Octubre...¡Gracias de corazón!

Días como hoy en los que te gustaría decir tantas cosas son en los que las palabras no salen.

Pero bueno, podría resumir todo en un gigante GRACIAS, pero no se cómo explicarme y cómo hacer llegar un "gracias por formar parte de mi batalla y hacerla tuya" a toda mi familia, a Ernesto, a su familia, a mi cuñado y su familia, a mis amigos y a sus familias, a mis médicos, enfermeros, al personal que trabaja en el hospital (a los que me tratan cada mes, a los que me han llevado en camilla a alguna prueba...) al del bar de enfrente del hospital que se empeña en decirme cada vez que voy que estoy más guapa, a los que me seguís por el blog, a los que sin conocerme me dedicáis vuestras oraciones, a los que simplemente os entristece que esté sufriendo, a los que me proponéis actividades o hacéis todo lo que está en vuestra mano para ayudarme...

Uno de los eslóganes del cáncer de mama dice "Juntas se puede" y yo no puedo estar más de acuerdo.

Porque igual yo sola no puedo comerme el mundo pero con los que me rodean...que me pongan tres o cuatro mundos que los devoro.

Y no quería esperar a que fuera 19 de Octubre para dar las gracias porque os prometo que intento dar las gracias cada día porque decidierais acompañarme en esta aventura y no me dejárais sola porque creo que vuestra compañía es esencial.

Y a los míos, gracias por cada quimioterapia que no me dejáis sola, por ser pacientes y esperar en una y otra sala de espera a que me hagan las dichosas pruebas, por acariciarme la mano mientras me dan un resultado, por cambiar noches de discoteca por fiestas de pijamas, vacaciones en el mar por la sierra madrileña, por aguantar mis días en los que no me aguanto y reíros conmigo a más no poder y porque si, por sacarme de la cama y por encontrar cualquier motivo para madrugar, por las llamadas, mensajes...

Estoy segura que el cáncer no puede con tantos...

Y sí me he dejado a alguien, perdonadme, como he dicho al principio la mezcla de sentimientos en un día como hoy me hacen no estar muy acertada y dejarme mil cosas en el tintero.

Mientras, sigo en el intento de cumplir ni promesa: "TE PROMETO QUE ME VOY A PONER BIEN".




martes, 6 de octubre de 2015

Adaptándome a las circunstancias y aprovechando los ratos buenos

Parece que aquellos que estamos pasando por la misma enfermedad estamos unidos por una especie de hilo que hace que nos reconozcamos, que nos miremos de otra manera, que sepamos qué queremos decir sin apenas articular palabra...

El otro día me encontré con la noticia de que el cantante de Jarabe de Palo, Pau Donés, había sido diagnosticado de un cáncer de Colon contra el que pensaba luchar sin rendirse. Todo mi apoyo de corazón. 

Entonces, ha decidido escribir una carta a sus fans explicando sus ganas de lucha y que además de todo a lo que tiene que enfrentarse tiene que pelear con sus días malos, que sí me permitís, son la peor parte de esto, porque son indetectables, porque cuanto más quieres evitarlos más aparecen, porque aunque la gente te quiera entender no puede...


Después de pasar muchos días buenos físicamente, me veo enfrentandome a la noche, a esas malditas horas en las que me levanto 300 veces al baño y en las que mi cabeza va a 2000 por hora...pero para eso no hay medicación.

Hasta la semana que viene que tenga revisión no sé sí la nueva medicación está funcionando como esperamos (no hablo de la medicación porque no conozco el nombre exacto y no quiero dar lugar a líos ni debates, lo siento) pero según la neuróloga con la que tuve el otro día consulta "la clínica habla por sí sola" y es que he de reconocer que sí, que buena cara tengo.

Además, sí estuviera muy pocha ¿hubiera podido bailar el sábado pasado con mi Frida unas sevillanas con más arte que Lola Flores, Lolita y Rosarito juntas?

Estoy positiva, estoy bien y tengo que aprovecharlo. 

Porque aunque me duela he aprendido a no hacer planes con mucha distancia por sí acaso me pongo mala, porque me conformo con entender que mis horarios distan de los de mi gente porque ellos trabajan y pongo una tonta sonrisa cuando hablan de trabajo porque me duele no poder participar y quejarme de un jefe odioso aunque, buscando el humor, digamos que mis padres son mis jefes y siempre me llevo el trabajo a casa...

Porque llevo más de 100 días sin tener una de mis crisis y no lo digo por sí la mala suerte vuelve...

En resumen, hoy os hablo de la parte que no se ve tanto y que es la que se refiere a tu aceptación de que eres alguien enfermo y que afortunadamente y sí respondes bien tu enfermedad se cronificará y será así toda la vida.

Pero, ¿qué ha sido de la Olga que se quedaba en la discoteca hasta que la echaban? ¿qué pasará con los países exóticos que a menos que estén más cerca de Guardamar no podré visitar jamás? 

Sí, todo es parte de una adaptación...pero hay días que ya estoy cansada.

Así que aprovechemos a hacer planes que puedan ser post puestos o a dejarte llevar, y sí tus amigos quieren montar un Safari keniata en el pueblo de una amiga para quitarte la espinita...pues déjate aunque cueste.

Para terminar contradiciendome del todo me he apuntado a una Masterclass de zumba el próximo 18 de Octubre a favor de la Asociación contra el cáncer y a favor de que demuestre que mi cuerpo, a pesar de todo, quiere marcha. Eso sí, escoltada por mis amigas que no me dejan sola y que valen millones.

Vamos a dejarnos querer y ayudar...que las cosas pueden cambiar y verse de otra forma y sigo convencida de que el cariño y los abrazos no sanan, pero ayudan una barbaridad.