martes, 19 de mayo de 2015

Cuenta a cero otra vez

Hago un llamamiento a todos los que crean que por estar enferma estoy en mi casa llorando mis penas. Entre mis idas y venidas al hospital, mis 200 pruebas, jornadas en las que me piden que participe y el tiempo con mi gente (mi agenda de ministra como lo llama mi amiga Maria) sigo, en la medida de lo posible, siendo el culo inquieto que desde hace dos años echo de menos.

Pero a pesar de que intento seguir mi día a día sin tener en cuenta que no puedo conducir, que no puedo estar sola, que tengo que estar pendiente de no tener mucho sobresalto...cuando llegan momentos determinados no puedo evitar que mi cabeza vaya a 1000 por hora y que tenga tanto ratos buenos como otros en los que no me aguanto ni yo.

Pero bueno, supongo que cualquier enfermedad además de la parte física es fundamental la parte emocional. Con esto no digo que un abrazo cure o que una sonrisa sane, pero ayudan bastante y a veces incluso, durante un ratito, te hacen olvidar por lo que estás pasando y por lo menos es un paréntesis no sólo para ti sino para los tuyos que a veces son quienes más lo merecen.

El jueves la jornada "Al otro lado del pijama" me resultó más enriquecedora de lo que yo pude aportar. Me explico. Desde que estoy mala todo gira en torno a mi. Mis padres, mi hermana y Ernesto planean su semana en función de quién estará conmigo en cada momento; mis amigos hipotecan un año más sus merecidas vacaciones y cambian cualquier paradisiaca playa por la sierra madrileña (paradisiaca para otros también); en las salidas nocturnas siempre reinan frases como "¿estás bien?","¿quieres sentarte?","¿tienes frío?"...y aunque patalee, me queje y les confiese a unos y a otros que me agobian, no puedo evitar que lo hagan (y he de confesar que en el fondo, adoro que lo hagan).

La jornada me dio la oportunidad de conocer a personas que tienen su propia historia, su enfermedad, sus limitaciones...y me entendían tan tan bien...que me daba apuro centrar mis agobios y hasta me reí hablando con ellos cuando decíamos "a que no soportas cuando..."

El viernes llegaron las fiestas de Rivas. Los que me conocen y los que me vais conociendo os podéis imaginar lo que me apetecían las fiestas!!! Ver a toda la gente que no te encuentras por el barrio desde hace tiempo, estar con tus amigos, bailar y...comerme un bocadillo de panceta. La única pega es que el puto bicho de la cabeza no me deja montarme en el famoso "pulpo" que no me puede gustar más y que la medicación no me deja tomarme una copilla, pero a pesar de todo, entre mis amigos, la gente que me encontré que me movía la peluca de los achuchones, y mi baile del cangrejo...me sentí un año más la reina de las fiestas.

El sábado mis amigas y yo cambiamos las fiestas (yo indignada por ello) por un ratito de esos de confesiones y conversaciones que ni tres viajes seguidos en el pulpo compensan...me chifló chicas.

Y el domingo el bautizo de mi casi sobrina Laia.

Y añado a todo esto que he terminado prácticamente con todo lo de la uni que voy a hacer por este curso ya que después de mis mil agobios he decidido que también tengo que cuidarme a mi y por ahora, aparcar todo hasta septiembre.

No sé sí me relajé demasiado o la adrenalina me tenía que salir por algún lado, pero el domingo por la noche de nuevo tuve una crisis convulsiva y después de unos 80 días sin ellas...pues fastidia volver a poner el contador a 0.

Lo bueno es que cada crisis me enseña algo. Esta vez fue más floja, la consciencia la recuperé enseguida...

Conclusión: he de vigilar y condensar más mis findes de semana que como dice mi madre los exprimo al máximo pero...eso hace también que un año más me haya sentido la reina de las fiestas.

En la jornada "Al otro lado del pijama"


En las fiestas de Rivas con mis danzarinas


Ernesto y yo en el bautizo de Laia


13 comentarios:

  1. Muchas gracias Olga por participar en las jornadas 'Al otro lado del pijama' y una vez más darme una gran lección de valores, pero en esta ocasión, en directo. Llevo desde el jueves contándole a toda mi familia y a mis amigos lo mucho que disfruté en las jornadas, escuchándote por primera vez y aprendiendo de todos vosotros, al mismo tiempo que me llenabais de motivación para seguir formándome como enfermera. Te vi estupenda, divertida y guapísima. Nos hiciste reir con tu sentido del humor e iluminaste la sala con tu naturalidad.
    Te mando un abrazo muy fuerte, que aunque sea virtual, espero que te llegue con todas las fuerzas del mundo y que te ayude a recuperarte del sustillo del otro día.

    ResponderEliminar
  2. Madre mía, no paras, no paras....sólo leerte y me dan ganas de ponerme yo también las pilas y guapa a rabiar.
    Contador a cero, y pa delante.

    Besos.

    Laura

    ResponderEliminar
  3. Hola Olga, estas estupenda! Navegando por internet di con en blog de una chica que padeció cáncer y lo que leí en una de sus entradas me pareció precioso....
    me sentí identificada con ella....quiero compartirlo contigo:

    "Ser una enferma de cáncer no te hace ni más fuerte ni especial ni más guapa ni más fea ni más lista ni peor persona ni más valiente ni más introvertida ni más débil ni más huraña ni más sensible ni más simpática. Estar enfermo de cáncer simplemente te aporta una visión nueva del mundo, de cómo enfrentarte a él desde una perspectiva diferente, más vital y sincera por así decirlo, en el que cada día, cada hora y cada segundo son auténticos regalos que debes aprovechar como lo más preciado. El cáncer es presente, es ahora, el ciclo de cada día, el avance de hoy y no de mañana, porque lo que vendrá después sólo depende de cómo te esfuerces hoy. Tener paciencia y confiar en tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, concentrar esas tres energías en un solo objetivo, salir adelante un día más de vida."

    ResponderEliminar
  4. Como siempre y sin perder estilo ni tampoco esa personalidad que te caracteriza, bravo por este post! Y sobretodo bravo por todo lo que cuentas. La reina de las fiestas se queda corto chikie! Besos y abrazos desde Mallorken :) me hechizas chiki! Bea

    ResponderEliminar
  5. Guapa,guapa y guapa¡¡¡
    Porque en este pueblo en el que vivimos no se elige reina de las fiestas,que si no…tendrías todas las papeletas para ponerte la banda y coronarte!!!Porque eres linda por fuera(!menudo estilazo¡)y por dentro.
    Qué pena que nos nos viéramos por los chiringuitos porque tambien estuve por la zona donde te hiciste la foto.!Otra vez será,nos quedan muchas fiestas de Rivas por disfrutar!
    Sigue así Olga,eres un ejemplo para mucha gente.
    Un beso y un abrazo de los fuertes.
    Mercedes.

    ResponderEliminar
  6. Fue un absoluto placer poder conocerte aunque fuese de lejos y poderte escuchar desde el público... Admiro mucho la entereza y la fuerza con la que os superáis cada día... Y admiro mucho la forma en la que le demostráis a la gente lo que vale una sonrisa, tanto Pablo, como Carlos, como tú. Sois un ejemplo y sinceramente creo que todo el mundo debería escuchar vuestra historia.

    Un abrazo y ánimo!

    ResponderEliminar
  7. En plan frívolo, te diré que estás preciosa y q me encanta como vistes ;-) y vaya novio wapo!!!

    ResponderEliminar
  8. En realidad a todos se nos pone el reloj a cero cada día, así que a disfrutar de cada minuto...

    ResponderEliminar
  9. Hola Olga, mucho ánimo!
    Ahora que tratamiento te van a dar? Radioterapia otra vez? Quimioterapia? Cuéntanos

    ResponderEliminar
  10. Madre mía Olga, ojalá tuviera yo la mitad de tus energías para llevar a cabo actividades, y eso que se supone que yo no tengo ningún problema de salud. Contagias alegría y ganas de!!!! Ganas de, en general, es lo más importante!!!

    Y pibonaco.

    Viva y bravo.

    Miki. E

    ResponderEliminar
  11. Olga como me gusta leerte, te explicas tan bien, lo negativo lo conviertes en positivo y esa es la actitud que te va a llevar a ganar esta lucha.
    Sigue escribiendo y abriéndonos esa ventana a tu mundo. Para much@s de nosotros es una terapia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Hasta hoy te leía en silencio, pero tras verte en persona el otro día (por fin) en las jornadas de humanización, me animo a dedicarte este comentario. Y es que me hizo mucha ilusión poder conocer, aunque sea en la distancia, a la chica que llevo ya un año y algo leyendo, y que transmite esa fuerza con su simple y genial naturalidad que tanto me gusta.
    Solo me salen palabras buenas, y desde aquí te deseo todo lo mejor, todo mi apoyo y un fuerte abrazo.

    Me encanta que intentes sacar a todo el lado positivo. (Los imposibles se basan en ello).
    Ánimo y pá'lante, con ese espíritu siempre serás nuestra reina de las fiestas, y por qué no, del hospital también.

    ResponderEliminar
  13. Dios mio ¡¡¡¡¡ eres preciosa¡¡¡¡¡ bueno y Ernesto tambien. Un beso. Maria.

    ResponderEliminar