Como ya os conté, llevo unas semanas que además de no aguantarme ni yo (aunque eso no viene relacionado con la enfermedad que antes también me pasaba) he estado más tristona y con el temido "bajón" que nos viene a todos de vez en cuando y es difícilillo de llevar.
Después de año y medio de enfermedad y habiendo estado bastante positiva durante toda ella o me daba un bajón o no era yo de este planeta y señores como dice la frase "a veces hay que ir al sur para perder el norte" pues "a veces hay que tener bajones para apreciar los ratos buenos".
En fin, que después de mis días horribilis en los que no quería hablar con nadie (yo que hablo hasta conmigo misma por no estar callada), en los que no quería ver a nadie, en los que sólo estaba triste y borde...decido que al menos para no preocupar a mis padres, a Marta, a Ernesto, y a todos, vamos a hacer un esfuerzo más.
Que es muy fácil verlo desde fuera, lo sé, que cuando no tienes consuelo y la gente te mira y te dice "sí todos tenemos días malos", por dentro estás pensando "ya, pero lo tengo yo y no tú"; o te dicen "anímate" piensas "¿crees que sí fuera tan fácil iba a estar así?".
Mi técnica es aplicable a todo el mundo, no hace falta estar malito, sólo hace falta tener de esos días en los que estás "tontorrón":
1. HAZ COSAS, aunque no te apetezca pero planea cosas y haz un esfuercito más.
Yo me hago un horario y me apunto las cosas que tengo que hacer en la semana. Esta semana fui al banco (una tontería pero para ir me fui dando un paseo con mi padre, entre medias encontré una tienda donde había vestidos de niñas para vestir a mi prima Mara para la boda de Marta, eché el euromillón, me compré toallitas autobronceadoras, tuve un ratito súper agradable con mi padre y llegué a casa con la mañana echada y sin pensar en tonterías); me he matriculado de la Uni (que nos llevó a mi padre y a mi mil horas porque es muy bonito automatricularse vía internet pero es un infierno porque sí tardas más de 20 segundos en escribir en una maldita casilla...empiezas de nuevo); he ido a elegir los vestidos con los que iremos mi familia a la boda de Marta (que me he vestido a toda la Family); tuve una boda el viernes y toda la semana pensé en cosas del
modelito y las fui comprando y creando; quedé con mis amigos incluso para desayunar...vamos que llegaba a casa tan tan cansada que no tenía ni tiempo de pensar.
2. RECUÉRDATE LAS COSAS QUE HACES BIEN. A ti mismo y de vez en cuando dilo en alto y lo recuerdas a los demás que escucharlo en alto da más importancia.
Yo no he parado de repetirle a toda mi gente esta semana la de problemas que he solucionado y lo orgullosa que estaba (he sido hasta pesada tirándome flores, pero que se aguanten, que sí me hubieran pagado por solucionar esta semana cosas...).
3. CÁETE BIEN.
Es una tontería pero hace un tiempo me acuerdo que le dije a Ernesto que sí yo no fuera yo creo que sería mi amiga porque me caía bien. Y el otro día haciendo el tonto en el coche empecé a decirle que yo era genial, que llevaba muy buena semana, que que maja era (os digo que estoy para atarme) pero luego riéndome pensé que debíamos decirnos cosas de esas más a menudo porque aunque sea a nosotros mismos escuchar "lo que molas" ¡es genial!
4. ARRÉGLATE
Parece una tontería pero verte guapa, verte bien...yo llevaba días que ni me echaba mis polvos bronceadores y salía sólo con mi raya negra en el ojo. Pero oye, ha sido abrir el armario, buscar modelitos y ponerme unos pendientes...¡y cambiar la historia!
Es muy fácil decir estas cosas cuando estás de subidón y te ha sonreído la semana pero yo lo dejo escrito para cuando vengan los días malos...porque como dice una frase que me chifla: